sábado, 1 de junio de 2019

Contra la corriente

Vamos a ver. Quisiera ser capaz de expresar mis ideas con total libertad pero también con absoluto respeto hacia las ideas de otros. En estos tiempos de redes en que nos abrimos en canal, nos despellejamos unos a otros, nos chupamos la sangre y nos "carroñeamos" sin lástima, no sé si será posible cumplir este mi primer objetivo. En todo caso no quisiera que quedara por mí, por no haberlo intentado con ganas.
Pero, si espero poder desahogar mi triste cerebro, debo hacerlo con honradez y sin tapujos. Que yo pienso lo que pienso, guste o no (incluso me guste o no). Van pues mis disculpas por delante si alguien se siente aludido, maltratado, incomprendido, burlado, omitido, discriminado, o cualquier otro modo de agresión imaginable. Créanme ustedes que procuro, desde que aprendí a pensar, hacerlo desde todos los puntos de vista antes de tomar partido. La cosa está en si lo consigo o no...
Y sea este mi primer viaje contra la corriente. Paréceme, viejo amigo, que no son estos tiempos de respeto o comprensión. Las propias ideas no solo son propias sino incontestables, absolutas e incompatibles. Per se, porque yo lo tengo clarísimo. Pero, ¡hombre (o mujer) de Dios! ¡Cómo si sólo cupiera una opción! Cuando todos, puestos en corro, miramos al objeto del centro, cada uno de nosotros tendrá una vista distinta. Ninguna es falsa ni tiene por qué ser incompatible con la del que tenemos enfrente; será opuesta, obviamente, pero compatible. ¿Por qué empeñarnos en aplastar las ideas que difieren de las nuestras?
La realidad no es plana, no la empobrezcamos conviertiéndola en una foto fija.
¿Quiere esto decir que todo vale? Tampoco es eso. En mi opinión es más una cuestión de respeto a los demás. En todas las dimensiones: escuchar con atención suficiente, digan lo que digan; tratar de comprender incluso lo que nos parece incomprensible; confrontar sin enfrentar, tratar de convencer más que vencer, respetar lo que no nos convence, mirarnos a nosotros mismos con la misma exigencia que miramos a los otros, y no recurrir a la violencia bajo ningún concepto.
Con eso ya vamos bien y el que quiera entender que entienda. Lo digo por lo de los cordones sanitarios...

No hay comentarios: